“¿Qué querés que hagamos?“. Los clubes de la Liga Profesional que guardan algún resquemor con Claudio ”Chiqui" Tapia luego de la estrella otorgada a Rosario Central y a las investigaciones judiciales que se conocieron en el último mes se encogen de hombros. A ninguno le da la espalda para oponerse al presidente de la AFA. Al menos, en público. En las oficinas de la Liga, en Puerto Madero, no hay VAR. Plantarse implicaría quedar en evidencia ante la mayoría de los dirigentes que, aún hoy, defiende la gestión iniciada en marzo de 2017, más allá de que la imagen pública del máximo dirigente del fútbol argentino haya caído en picada en los últimos 30 días.
“Si la oposición no la lideran Boca y River... o al menos River, es imposible”, postula un dirigente del interior ante la consulta de LA NACION. “Tenés [al menos] 20 clubes que siguen siendo 100% tapistas. El fútbol es como una cápsula que se mantiene totalmente ajena a todo”, argumenta. La realidad es que, lejos de menguar por los acontecimientos que tomaron estado público, el apoyo al presidente de la AFA permanece incólume entre los dirigentes. El título de Estudiantes de La Plata en el Clausura tras vencer a Racing por penales en Santiago del Estero dividió aguas. Un par de clubes felicitó al Pincha en el chat de dirigentes. Según pudo reconstruir LA NACION, hubo un mensaje de Rosario Central en contra del club platense y a favor de la gestión Tapia. Lo siguió más de una decena de clubes, a pedido de la AFA. Se armó una especie de ring virtual: los platenses de un lado y casi todo el resto -aunque no todos- del otro. En público, los directivos se codean para ser los primeros guardaespaldas del “Comandante” Tapia. En privado, y muy subterráneamente, algunos no están del todo conformes.
En el actual tablero, Boca y River no van a encabezar ninguna rebelión en la AFA. Ni siquiera van a articular alguna iniciativa. Ambos clubes saben que si se unen son políticamente invencibles, pero... están a 15 mil kilómetros de distancia. Y ni siquiera hay diálogo institucional entre ellos. Para muestra, una copa: la foto en la que Ángel Di María levantó el trofeo de campeón de liga en las oficinas de la liga, en Puerto Madero, incluye a Ricardo Rosica (Boca) e Ignacio Villarroel (River). El primero nunca habló del tema. El segundo confirmó que no hubo votación.
Según pudo recuperar LA NACION de fuentes confiables, la gestión que encabeza Stefano Di Carlo en River recién está olfateando por dónde va la AFA. Es decir, están estudiando el panorama. En las oficinas del Monumental le recuerdan a quien quiera escuchar que fue el primer club en votar el no a las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD), su delegado ante la liga dijo en una reunión de comisión directiva que no estaba de acuerdo con el título a Rosario Central y el propio Di Carlo habló en plena campaña en contra de los torneos de 30 equipos y abogó por mejorar el arbitraje. “River es coherente: desde hace 12 años busca la normalización del fútbol argentino”, insisten en el Monumental.
Boca tampoco pateará el tablero actual. Hay más interés del lado de Tapia para andar bien con Juan Román Riquelme que a la inversa. Si bien el presidente de Boca tuvo un buen gesto, que fue ir a la inauguración del estadio de Barracas Central, son cuestiones muy puntuales: un sorteo, una conferencia... Hasta ahí. Cuando hace unos días los clubes apoyaron la gestión de la AFA, Boca no publicó absolutamente nada. Se mantiene al margen. Sus dirigentes hacen acto de presencia pero “no se meten demasiado” en la rosca, en la cocina de las decisiones de la AFA. Los acontecimientos del último mes, del título a Rosario Central a esta parte, no cambiaron la postura xeneize. El status-quo no se modificará en el futuro inmediato. Y hay una explicación: si el año que viene se concreta la postergada remodelación de la Bombonera, una posibilidad es que Boca haga de local en el estadio Ciudad de La Plata, rebautizado “Diego Armando Maradona - Tricampeones del mundo”. El coliseo platense es una Bombonera en plena ciudad de las diagonales -su capacidad es muy parecida al mítico estadio xeneize, 53 mil espectadores- y en marzo será reinaugurado luego de una millonaria remodelación encarada por la AFA de Tapia.
¿Y Racing? La Academia, hasta ahora, adopta un “trato cordial” con la AFA de Claudio Tapia & Pablo Toviggino. Sin embargo, el presidente, Diego Milito, mantiene un “muy buen diálogo” con Juan Sebastián Verón. De hecho, en la entrevista que el presidente de Estudiantes dio esta semana en el programa F90, en ESPN, reveló: “Con Diego [Milito] hablamos mucho, hasta desde antes que sea dirigente. Y coincidimos. Coincidimos mucho”.
Respecto al caso Sur Finanzas, el club había emitido un comunicado cuando allanaron la sede ubicada en Mitre 934, de Avellaneda. En el mismo, se hizo hincapié en que la relación es estrictamente comercial y que se inició en 2023, durante la gestión de Víctor Blanco. Ariel Vallejo, el dueño de la financiera que hoy está en la mira de la Justicia, es hincha de Racing y llegó a compartir palco con Tapia y Milito en la Recopa ante Botafogo, en febrero. Desde el primer día del año próximo el logo de la empresa no aparecerá más en la camiseta de la Academia.
En la vereda roja de Avellaneda, en cambio, eligen el perfil bajo. Si bien su presidente, Néstor Grindetti, adoptó una postura pública en sintonía con Estudiantes en relación al título de Rosario Central, los Rojos no quieren tener problemas ni cortocircuitos con la cúpula de la AFA. “Estuvo Carlos Montaña en mi lugar y me contó que hubo varios temas que se hablaron pero no hubo votación, solamente fue una sesión común como tantas que hay en la Liga”, declaró el máximo dirigente del club en el programa Independiente de América. Sin embargo, esta frase no debe interpretarse como una declaración de guerra a Tapia & Toviggino. Ni mucho menos.
“Lo nuestro es mantener el bajo perfil”, aseguran en el Libertadores de América. En este sentido, es fundamental la tarea de Montaña, el representante de los Rojos en la Liga Profesional. “Tiene muy buena relación con el Chiqui”, detallan las fuentes. Montaña cumplió una década en el Ceamse, el organismo bipartito entre la Ciudad de Buenos Aires y la provincia que preside, justamente, el propio Tapia. Independiente acompaña las iniciativas del presidente de la AFA, más allá del fantasma de Luciano Nakis, el presidente de Deportivo Armenio que “secó la nuca” de Tapia en la última Copa América y que ya adelantó su intención de presentarse como candidato a presidente de los Rojos. Antes que pensar en la relación con la AFA, la actual gestión de Independiente está abocada a resolver cuestiones internas, que tienen mucho más que ver con el día a día del club. “Con los problemas que ya tenemos, no vamos a comprarnos otro con la AFA”, admiten.
San Lorenzo, por su parte, entró en estado de descomposición hace unos meses y la AFA le proveyó de un respirador económico. Los sueldos de los futbolistas se abonaron con transferencias desde la calle Viamonte. Y su presidente, Marcelo Moretti, se jactó en distintas oportunidades de tener el apoyo de Tapia. Gracias a su alianza con la cúpula del fútbol argentino, el dirigente azulgrana pudo volver al club y consiguió una cautelar de la Justicia contra la acefalía de septiembre pasado. Sin embargo, la comisión directiva volvió a darle la espalda y el club agudizó su crisis institucional en la última semana. Mientras la Asamblea de Representantes llamó a una reunión para constituir una comisión directiva de transición la próxima semana, Moretti fue a la Justicia en busca de otra cautelar. Es imposible disociar al presidente de San Lorenzo de la AFA. Tanto es así que después de un cuanto menos polémico arbitraje de Nazareno Arasa en Santiago del Estero en el partido por los octavos de final del Clausura contra Central Córdoba ningún futbolista del Ciclón protestó. Ni uno.
En La Plata las posturas son disímiles. Estudiantes, por un lado, se erige en campeón -del Clausura; del Trofeo de Campeones- y opositor. Juan Sebastián Verón, el presidente del Pincha, aprovecha cualquier oportunidad para pegarle a la actual conducción del fútbol argentino. Pero, aclara, su intención no es ir por la AFA. La única política que le interesa es “la de Estudiantes”, repite ante quien quiera escucharlo. Mientras, su figura crece entre los futboleros. Aunque no entre sus pares dirigentes: algunos lo miran con recelo. Y entienden que la espalda para plantarse proviene de un aval del Poder Ejecutivo. Traducido: “Verón se la juega porque lo apoya Javier Milei”. La Bruja lo niega.
Gimnasia, en cambio, vive en las antípodas. Carlos Anacleto acaba de ganar las elecciones y sucede como presidente a Mariano Cowen, funcionario de Axel Kicillof en el gobierno bonaerense. Como Di Carlo en River, el empresario “recién toma las riendas del club”. “La gestión anterior cobró dos meses de TV por adelantado y hay otros 300 millones de pesos en cheques en la calle. Nadie va a ir en contra de la AFA en este momento”, aseguran fuentes del Lobo ante la consulta de LA NACION sobre su postura frente a la AFA.
El actual buen vínculo entre Nicolás Russo, presidente de Lanús, y Tapia, se manifestó en muestras de respaldo en la entrañas del estadio sureño, “La Fortaleza”. Quedó en evidencia durante el playoff de octavos de final ante Tigre, encuentro inmediato posterior a la conquista de la Copa Sudamericana: en una de las tribunas apareció colgada una llamativa bandera con la leyenda: “Gracias Chiqui por acompañarnos”.
Esa bandera fue un mensaje explícito de apoyo al titular de la casa madre del fútbol local, que va en sintonía con la postura de la dirigencia granate. En especial, la de Russo, que además de ser titular de Lanús es diputado de la provincia de Buenos Aires por el Frente Renovador.
No obstante, pese a la bandera que se ató en las rejas de la tribuna, tras la derrota de Lanús, a través de la transmisión oficial del partido, se escucharon cánticos de la hinchada en la dirección opuesta. “¡Chiqui Tapia botón / Chiqui Tapia botón!”, empezó a recitarse, a viva voz, por los simpatizantes. El cantó se coló por los micrófonos de la transmisión y se viralizó en redes sociales.
Vélez, Huracán y Banfield, por su parte, hicieron los deberes en público. Es decir, defendieron a la gestión Tapia. Fabián Berlanga, presidente del Fortín, fue uno de los primeros en declarar a favor del dirigente sanjuanino: ”A veces recibimos demasiadas críticas y se olvidan del momento en que asumimos, con Chiqui pasa un poco lo mismo", dijo en Radio 10. Y agregó: “Me parece que cuando agarró la AFA, era una AFA fundida, era una AFA que era un descontrol, con aquel famoso papelón del 38 a 38, y hoy la verdad que han hecho muchas cosas, algunas que no se ven y algunas que faltan, pero se han hecho muchas cosas”.
Abel Poza, presidente de Huracán, declinó criticar a Tapia luego del partido entre Barracas Central y el Globo, en el que Andrés Gariano le dio dos penales al Guapo. “Eso se habla a puertas cerradas. No puedo decir lo que hablo con Tapia. No soy vigilante, no voy a denunciar a nadie”, se excusó Poza en declaraciones a AM 1550. Por su parte, Matías Mariotto, presidente de Banfield, ensalzó a la gestión Tapia al cumplirse tres años de la obtención de la tercera Copa del Mundo en Qatar 2022. “Las operaciones se olvidan y aparece la emoción de los recuerdos de un pueblo feliz”, escribió el hijo de Gabriel, ex funcionario del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner en su perfil oficial de X. Mariotto no hizo más que reflejar el sentimiento que impera en la cúpula de la AFA: la andanada de críticas e investigaciones a su gestión forman parte de una “operación mediática”.
Argentinos Juniors, Rosario Central, Central Córdoba (Santiago del Estero), Deportivo Riestra, Instituto de Córdoba y Platense pueden considerarse equipos del riñón de Tapia. Al igual que Independiente Rivadavia de Mendoza, cuyo presidente, Daniel Vila, alabó la gestión actual en pleno sorteo de la Copa Argentina. Y calificó de “show” los allanamientos ordenados por la Justicia en el marco de diferentes investigaciones que salpican a la cúpula de la casa madre del fútbol argentino. Ni hablar de Barracas Central, el club cuyo estadio lleva el nombre de un Tapia (Claudio Fabián), es presidido por otro (Matías) y un tercero (Iván) es referente en el vestuario. El poroteo, entonces, indica que el presidente de la AFA sigue con mayoría absoluta. A Tapia, por ahora, sólo se le opone Verón.
Informes: Leandro Contento (Boca), Matías Ruffet (Racing)



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