Miguel Herrera regresó a la Ciudad de México después de cerrar su ciclo como entrenador de la selección de Costa Rica, etapa que terminó tras quedar sin opciones de asistir al Mundial 2026. El ‘Piojo’, que pasó varios días más en territorio tico antes de volver al país, compartió sus primeras impresiones sobre lo vivido y reconoció que las críticas que recibió fueron desmedidas.
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A su llegada, el técnico afirmó que la presión mediática y el entorno lo hicieron sentirse juzgado de forma exagerada. “Parecía que había cometido un delito”, comentó con gesto serio. Aun así, aceptó que como líder del proyecto le corresponde asumir la responsabilidad de los resultados y aprender de lo ocurrido.
Costa Rica terminó la eliminatoria con un bajo porcentaje de puntos y quedó fuera del camino mundialista por primera vez desde 2010, incluso en un escenario sin las potencias regionales de siempre. Pese a ello, Herrera destacó que en sus días posteriores al último partido recibió muestras de cariño inesperadas por parte de la afición local.
El entrenador explicó que durante casi dos semanas se mantuvo en el país centroamericano y, contrario al ambiente de presión, en la calle la gente se acercó para brindarle apoyo. Aseguró que ese respaldo le duele todavía más al no haber llevado al equipo al objetivo mundialista.
Herrera recordó que dirigir una selección implica convivir con la crítica constante y que forma parte del oficio aceptar los comentarios, sin importar su origen o tono.
Tras su salida, el 'Piojo' adelantó que se tomará unas semanas de descanso antes de pensar en su próximo paso. Confesó que, por ahora, ha recibido más acercamientos de medios de comunicación que de clubes, aunque su prioridad sigue siendo mantenerse en los banquillos.
También dejó abierta la puerta a dirigir fuera de México nuevamente, siempre y cuando sea un proyecto analizado con calma y sin precipitarse. Herrera fue claro al señalar que otro fracaso podría marcar el capítulo final de su carrera, por lo que su siguiente decisión deberá ser tomada con cautela.
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