La escena ocurrió en Ramos Arizpe, Coahuila. Este lunes las líneas de producción de General Motors se detuvieron por un paro técnico ligado a labores de mantenimiento. El impacto no queda solo en la planta. El golpe se siente en toda la región.
La estimación del sindicato es clara. Entre 25,000 y 35,000 trabajadores resentirán esta suspensión temporal en el sector automotriz. La cifra crece porque la cadena de proveedores planea sumarse en los próximos días, con efecto dominó sobre turnos, traslados y bolsillos.
Tereso Medina Ramírez, líder estatal de la CTM, lo describe como parte del calendario industrial. Cada año ocurre una pausa similar, aunque esta vez el freno será más largo. La duración ronda casi 20 días, con inicio esta semana y cierre después del 4 de enero.
En ese lapso, la planta abre espacio para tareas que, con producción a ritmo normal, se vuelven casi imposibles. La palabra clave es mantenimiento. Ajustes, revisiones y puesta a punto de líneas de producción que deben operar sin margen de error cuando regrese el volumen.
Planta de ensamble General Motors, Coahuila.
Medina Ramírez también pone un punto crucial sobre la mesa. Según su lectura, el paro técnico no guarda relación con falta de mercado ni con caída de volúmenes. Para el sindicato, se trata de una pausa programada que hoy luce más extensa, no una señal de alarma por demanda.
Como representante del gremio automotriz en Coahuila, Medina Ramírez afirma que el resto del sector también reducirá actividad. Esa decisión empuja la cifra hacia 35,000 obreros afectados, ya no solo por el paro en GM, también por el freno que replica en proveeduría.
Línea de producción Chevrolet Equinox EV en México.
Labores de mantenimiento con impacto económico
En el caso específico de General Motors, el paro técnico arrancó el 15 de diciembre. Ahí el universo directo ronda entre cinco mil y seis mil trabajadores. El objetivo oficial de la pausa es permitir labores de mantenimiento en las líneas de producción durante la temporada decembrina y el arranque de enero.
El impacto económico tiene reglas ya definidas. Jesús Berino Granados, integrante de la dirigencia del CTM, señala que el personal recibirá 65% del salario durante el periodo sin actividad. Las prestaciones sociales y económicas, de acuerdo con esa versión, se mantienen íntegras.
Chevrolet Equinox EV fabricado en México.
Con el calendario marcado hasta después del 4 de enero, Ramos Arizpe entra en modo de espera. Para miles de familias, no se trata de una nota industrial más, sino de semanas con ingresos recortados y vida cotidiana ajustada. Cuando las líneas vuelvan, el verdadero termómetro será ver qué tan rápido recupera ritmo toda la cadena.
