ASUS podría dar un giro inesperado en 2026: entrar al mercado de memorias DRAM. El rumor, difundido en medios digitales como Android Headlines, apunta a que la firma taiwanesa estaría evaluando esta estrategia como respuesta a la crisis mundial de RAM, una situación que ha disparado los precios y obligado a fabricantes de laptops y smartphones a recortar especificaciones.
Sin embargo, la expectativa duró poco. A través del medio estatal CNA, ASUS emitió un comunicado oficial en el que negó cualquier plan de fabricar memorias o invertir en fábricas de obleas. Lo que parecía una estrategia para diversificar su negocio terminó siendo solo un rumor, aunque refleja la tensión que vive el mercado en plena escasez de DRAM.
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La noticia surgió a finales de diciembre de 2025, cuando el medio especializado WCCFTECH publicó que ASUS planeaba iniciar producción de DRAM el próximo año. El rumor cobró fuerza porque la publicación ya había acertado en filtraciones anteriores por parte del medio Sakhtafzarmag, lo que le dio credibilidad inmediata. En un contexto donde la memoria DDR5 escasea y firmas como TrendForce anticipan que la crisis podría extenderse hasta 2028, la idea de que ASUS se sumara al mercado parecía plausible y alentadora.
La escasez de RAM ha provocado que fabricantes como Dell y Lenovo reduzcan especificaciones en sus laptops de gama media, mientras que compañías más pequeñas como Framework han tenido que retirar módulos DDR5 de sus catálogos para evitar la reventa especulativa. Al mismo tiempo, los grandes productores como Samsung, SK Hynix y Micron concentran su producción en memorias HBM para inteligencia artificial, dejando menos capacidad para DRAM convencional. Crucial incluso se retiró del mercado, y Samsung enfrenta polémicas por casos de sobornos relacionados con pedidos de memoria.
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El ruido fue tal que ASUS tuvo que emitir un comunicado oficial a través del medio estatal taiwanés CNA, aclarando que no tiene planes de invertir en fábricas de obleas ni de entrar al negocio de la memoria. La compañía explicó que su estrategia sigue enfocada en hardware de consumo como laptops, tarjetas madre y componentes de gaming, industrias muy distintas a la producción de semiconductores de memoria.
Fabricar DRAM implicaría inversiones multimillonarias y competir directamente contra gigantes con décadas de experiencia, algo que ASUS no contempla en su modelo de negocio. Por ello, la empresa descartó categóricamente los rumores y pidió cautela frente a especulaciones no confirmadas.
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La situación actual muestra cómo la escasez de memoria está transformando el mercado. Los precios suben, las especificaciones bajan y los fabricantes ajustan sus portafolios para sobrevivir. En smartphones de gama baja, se espera que modelos básicos regresen a configuraciones de 4 GB en 2026, mientras que laptops ultrafinas de gama alta enfrentan limitaciones de diseño que impiden reducir memoria integrada.
El auge de la inteligencia artificial ha convertido a la RAM en un recurso estratégico, y aunque los rumores sobre ASUS resultaron falsos, reflejan la desesperación del mercado por nuevas soluciones. Con la crisis proyectada hasta 2027 o 2028, los consumidores deberán prepararse para un escenario donde tener más memoria será cada vez más costoso, y las marcas competirán ferozmente por asegurar suministro en un entorno marcado por la inflación y la presión de la IA.
